El lijado es una de las fases más importantes en cualquier trabajo de pintura y alisado de paredes. Gracias a él se eliminan irregularidades, se suavizan las capas de masilla y se prepara la superficie para recibir la imprimación y la pintura final. Sin embargo, es también una de las etapas más peligrosas y molestas cuando se hace sin medios adecuados.
Muchos particulares deciden lijar sus paredes por su cuenta, creyendo que basta con una simple lija manual o una lijadora doméstica. Lo que no saben es que esta tarea libera una enorme cantidad de polvo fino invisible que invade toda la vivienda, afecta a la salud y arruina el entorno durante semanas.
En este post descubrirás por qué el polvo del lijado es tan problemático, cuáles son sus efectos en tu casa y en tu organismo, y cómo los profesionales trabajan con sistemas de aspiración que hacen posible un resultado impecable y seguro.
¿Por qué el polvo del lijado es tan dañino?
Cuando se lija una pared, ya sea para eliminar gotelé, rebajar la masilla o preparar la superficie, se desprenden partículas microscópicas compuestas de yeso, pintura antigua, resinas y, en algunos casos, incluso compuestos tóxicos.
- Tamaño microscópico: las partículas son tan finas que flotan en el aire durante horas, llegando a todos los rincones de la vivienda.
- Difícil limpieza: se incrustan en textiles, muebles y aparatos electrónicos, y no basta con una limpieza superficial para eliminarlas.
- Riesgos para la salud: al inhalarse, penetran en los pulmones y pueden provocar irritaciones y problemas respiratorios.
- Contaminación ambiental: el polvo se acumula en sistemas de ventilación, dificultando la calidad del aire interior.
El problema es invisible a simple vista, pero sus efectos se sienten durante mucho tiempo.

Errores más comunes al lijar sin medios profesionales
No proteger la vivienda
Muchas personas comienzan a lijar sin cubrir suelos, muebles o puertas. El polvo se introduce en cada rincón, desde cojines hasta equipos electrónicos, causando daños irreparables.
Usar lijas inadecuadas
Un grano demasiado grueso daña la pared, mientras que uno demasiado fino no elimina el relieve. En ambos casos, el polvo generado se multiplica por la falta de técnica.
Trabajar sin mascarilla adecuada
Las mascarillas convencionales no filtran las partículas más finas. Solo las profesionales con filtros especiales (tipo FFP2 o FFP3) protegen realmente al usuario.
No ventilar correctamente
Abrir una ventana no es suficiente. El polvo se dispersa por toda la casa y acaba llegando a estancias donde no se estaba trabajando.
Creer que basta con una limpieza rápida
Tras lijar, muchos pasan una escoba o un aspirador doméstico. Pero el polvo fino se mantiene en suspensión y vuelve a depositarse sobre todas las superficies.
Consecuencias del polvo invisible en tu vivienda
Daños en aparatos electrónicos
El polvo penetra en televisores, ordenadores y sistemas de ventilación, afectando a su funcionamiento y reduciendo su vida útil.
Textiles y mobiliario impregnados
Sofás, cortinas, alfombras y ropa absorben el polvo, generando malos olores y dificultando la limpieza.
Sensación de suciedad constante
Aunque se limpien las superficies, el polvo sigue apareciendo durante días o incluso semanas después del lijado.
Riesgos para la salud de quienes lo respiran
Irritación de vías respiratorias
El polvo del yeso y la pintura seca irrita nariz, garganta y pulmones, provocando tos y dificultad para respirar.
Problemas en personas sensibles
Quienes padecen asma, alergias o enfermedades respiratorias sufren un empeoramiento de sus síntomas al exponerse a este polvo.
Efectos a largo plazo
La exposición continuada a polvo fino sin protección adecuada puede causar problemas respiratorios crónicos.
Irritación ocular y cutánea
El polvo también afecta a ojos y piel, causando molestias, rojeces y picores.
Cómo controlar el polvo como los profesionales
Los pintores especializados en quitar gotelé nunca trabajan sin sistemas de seguridad adecuados. Entre las medidas que utilizan destacan:
- Lijadoras con aspiración integrada: aspiran el polvo a medida que se genera, evitando que se disperse por el ambiente.
- Aspiradores industriales con filtros HEPA: capturan partículas microscópicas que un aspirador doméstico no retiene.
- Protección del entorno: plásticos protectores y cintas de carrocero que aíslan muebles, suelos y puertas.
- Equipos de protección individual: mascarillas profesionales, gafas y ropa de trabajo adecuada.
- Protocolos de limpieza profesional: tras el lijado, se realiza una limpieza exhaustiva con equipos especializados.
El resultado es un trabajo mucho más limpio y seguro, que protege tanto la vivienda como la salud de quienes la habitan.
El falso ahorro del bricolaje
Muchas personas intentan lijar sus paredes por sí mismas para ahorrar dinero. Pero lo que parece un proyecto sencillo termina siendo más caro y molesto:
- Daños en la vivienda: polvo incrustado en aparatos electrónicos y textiles.
- Problemas de salud: molestias respiratorias que obligan incluso a interrumpir el trabajo.
- Resultados mediocres: superficies mal lijadas que requieren volver a empezar.
- Coste doble: al final, hay que contratar a profesionales para rehacer el trabajo y limpiar el desastre.

Presupuestos para lijar y alisar paredes en Madrid
El lijado es un paso imprescindible para conseguir paredes lisas y modernas, pero hacerlo sin medios profesionales es arriesgado y poco eficaz. Si quieres un acabado perfecto sin llenar tu casa de polvo ni comprometer tu salud, lo más recomendable es confiar en especialistas que trabajan con maquinaria de aspiración y técnicas profesionales. Solicita ahora tu presupuesto para lijar y alisar paredes de inmuebles en Madrid y asegúrate de transformar tu vivienda con un proceso limpio, seguro y con acabados impecables.
