Es increíble la cantidad de efectos geniales que se pueden conseguir utilizando los elementos correctos. Las esponjas, trapos y materiales fáciles de conseguir pueden generar un efecto radicalmente mejor en nuestras paredes con una simple pasada. Hoy te mostramos cómo hacerlo y los criterios que debes tomar en cuenta para que la combinación de colores sea la ideal y así tú también tengas una pared con un diseño envidiable, digo de portada de revista.
Materiales:
– Pintura plástica en los colores escogidos. Si no sabes cuál escoger puedes inspirarte con estas ideas de decoración para la casa.
– Brocha o rodillo. Recuerda que existen diferentes tipos de brochas y rodillos que utilizarás dependiendo del material que quieras pintar.
– Esponja
– Paño de algodón
– Peine especial para pintar
– Brocha plana de 7,5 cm
– Pincel ancho de cerdas duras
– Cubeta especial para rodillos
– Cubo para el agua
Recuerda empezar siempre aplicando la capa base de la pintura: Cualquiera que sea el acabado que se quiere conseguir, antes tendrás que aplicar una o dos capas de pintura plástica.

Para la técnica de pincel seco utilice uno de cerdas duras: en este acabado hay que cargar el pincel ligeramente de forma que solo queden impregnadas las puntas delas cerdas. Deberá aplicar la pintura con toques suaves y en pasadas cruzadas. Si desea conseguir un color mas intenso, repita el proceso cuando haya secado la primera capa.
Desliza el paño enrollado de arriba hacia abajo. Para esta técnica no utilices agua, así evitarás que la pintura gotee. Remoja el paño en la pintura y mójalo de manera uniforme para que no queden manchas en la pared. Empieza a pintar desplazando el trapo escurrido y enrollado de arriba hacia abajo, en movimientos aleatorios, hasta que el color pierda intensidad.
Revisa siempre que las líneas queden bien paralelas. En el peinado es condición indispensable mantener el pulso firme, con objeto de que las líneas queden perfectamente paralelas. Unta el peine ligeramente de pintura, coloca su parte inferior sobre la pared y a medida que lo vayas deslizando, mueva la inclinación hasta acabar pintado su parte superior.
Brochazos cruzados y sin ningún orden. Prepara una mezcla ligera con cuatro partes de agua por cada parte de pintura. Con la brocha plana, de pinceladas contundentes y entre cruzadas (evita pasar varias veces por el mismo lugar) sin seguir ningún orden. Es aconsejable colocar dos capas pero antes de que seque la segunda, pasa un pincel limpio y humedecido.
Para el efecto de esponja prepara una mezcla con un 15% o 20% de agua y pintura. Humedece la esponja en la mezcla y escúrrela en la rejilla de la cubeta para que no gotee. Aplica la pintura con ligeros toques (no la arrastres) hasta conseguir la textura deseada.