Aunque una remodelación de la cocina está en lo más alto de la lista de deseos de la mayoría de los propietarios, tampoco es la reforma más económica.
La buena noticia es que con un poco de esfuerzo y planificación previa se puede acortar en tiempo la renovación de tu cocina sin sacrificar estilo o presupuesto. ¿Cómo? Te lo explicamos en 5 sencillos pasos.
1. En lugar de sustituir los armarios, píntalos
Los armarios son lo primero que se ve. Suelen ser el mejor punto de partida para una reforma de la cocina. Pinta los armarios oscuros o de roble con un color blanco resistente a la suciedad para que toda la cocina se ilumine y parezca más espaciosa.
¿Tienes poco tiempo? Te recomendamos pintar solo un juego de armarios para conseguir un efecto de contraste. Generalmente, los superiores de un color más claro y los inferiores más oscuros para ganar sensación de espacio.
2. En lugar de instalar más espacio en las encimeras, organízate.
Crea más espacio y mantén las encimeras limpias y despejadas, vacía y organiza tus armarios. Deberías coger las cosas de las encimeras (como los pequeños electrodomésticos, incluso los que usas a diario) y guardarlas.
Prueba a instalar organizadores en los armarios y cajones, como estantes extraíbles, cestas extraíbles y especieros extraíbles, para ahorrar espacio y encontrar los artículos de uso diario en un abrir y cerrar de ojos.
3. En lugar de quitar una pared, añade una isla.
Incluso en una cocina pequeña, una pequeña isla es una forma fantástica de generar espacio extra para trabajar y preparar. Si tiene ruedas, puedes moverla cuando estorba y puedes volver a colocarla en su sitio cuando la necesites».
Hay muchas opciones para elegir, así que elige la isla que mejor se adapte a tu estilo o hazla tuya con un mini proyecto de pintura. Píntala de un color llamativo, no tiene por qué ser el mismo que el de tus armarios. Cuando no estés trabajando en ella, es una buena forma de colocar algunos toques de decoración, como flores o hierbas frescas».
4. En lugar de añadir un panel al salpicadero ¡píntalo con una plantilla!
El salpicadero es lo primero que data una cocina. Si estaba muy de moda en ese momento, se nota. Pero no hace falta que lo sustituyas por uno nuevo, simplemente coge una brocha y ponte a hacer plantillas.
Ahorrarás mucho en mano de obra, que es el mayor gasto asociado a la sustitución de un salpicadero, y no tendrás que preocuparte de que tu cocina esté fuera de servicio durante una semana o más.
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