El gotelé fue un acabado muy popular en viviendas españolas durante los años 70, 80 y 90. Hoy, sin embargo, está considerado como un revestimiento obsoleto que resta luminosidad y limita la decoración de interiores. Aun así, sigue presente en muchos hogares y es habitual que los propietarios decidan simplemente pintarlo para darle un aspecto renovado.
Aquí es donde aparece el error más común: pintar directamente sobre el gotelé sin preparación previa. Nueve de cada diez personas que lo intentan terminan con un acabado irregular, con manchas, pérdida de pintura y un resultado estético muy pobre. En este post veremos por qué ocurre esto, qué errores se cometen y qué soluciones existen para conseguir paredes lisas y modernas.
¿Por qué no basta con pintar encima del gotelé?
El gotelé es una textura rugosa y absorbente y por ello, entre otras cosas, ya no sirve solo con pintar encima del gotelé. Estas dos características hacen que la pintura no se aplique de manera uniforme.
- Superficie irregular: la pintura se acumula en los relieves más altos y apenas cubre las hendiduras, lo que deja un aspecto manchado y poco homogéneo.
- Exceso de absorción: dependiendo del tipo de gotelé, la pintura puede absorberse de forma desigual, necesitando muchas más capas de lo esperado.
- Mayor gasto de pintura: al cubrir una superficie irregular, se consume mucha más pintura sin que el acabado sea satisfactorio.
- Difícil limpieza posterior: la textura atrapa polvo y suciedad, y al aplicar capas de pintura encima todavía resulta más complicado limpiarla.

En definitiva, pintar directamente sobre el gotelé no resuelve el problema estético: lo disfraza momentáneamente, pero con un acabado pobre que resalta aún más los defectos.
Errores más comunes al pintar sobre gotelé
Usar rodillos convencionales
La mayoría de personas emplea rodillos estándar que están diseñados para superficies lisas. En gotelé, estos rodillos no penetran en los huecos y dejan zonas sin cubrir.
No aplicar imprimación previa
El gotelé suele ser muy poroso. Si no se aplica una imprimación selladora, la pintura se absorbe de manera desigual y aparecen manchas.
Intentar cubrir con una sola capa
El error clásico es pensar que una capa de pintura gruesa solucionará el problema. Esto solo genera goteos, acumulaciones y un secado deficiente.
Elegir pinturas de baja calidad
Muchas personas optan por pinturas plásticas económicas. Estas no tienen suficiente poder de cubrición ni resistencia para un soporte tan exigente.
No respetar los tiempos de secado
Al aplicar varias capas seguidas, sin esperar a que la anterior seque, se generan burbujas, grietas y desprendimientos.
Consecuencias de pintar sobre gotelé sin preparación
Acabado antiestético
La superficie queda irregular, con sombras y zonas mal cubiertas. Con la luz natural, estas imperfecciones se notan todavía más.
Mayor gasto de tiempo y dinero
El consumo de pintura se dispara, obligando a comprar más botes de lo previsto. Al final, el supuesto “ahorro” desaparece.
Paredes más difíciles de limpiar
Cada nueva capa de pintura endurece la textura, que atrapa aún más polvo y suciedad.
Resultado poco duradero
En pocas semanas pueden aparecer grietas, desconchados y manchas de humedad, ya que la pintura no está bien adherida al soporte.
La alternativa profesional: alisar antes de pintar
La única manera de conseguir un resultado realmente moderno y duradero es alisar las paredes antes de pintarlas. Este proceso elimina la textura y crea una superficie totalmente lisa sobre la que aplicar la pintura elegida.
Los profesionales siguen un procedimiento técnico que incluye:
- Identificación del tipo de gotelé y de la pintura existente.
- Protección integral de la vivienda con plásticos y cintas de carrocero.
- Retirada o cubrición controlada del gotelé.
- Aplicación de varias capas finas de pasta niveladora con llana metálica.
- Lijado y pulido para dejar la pared completamente uniforme.
- Imprimación selladora para asegurar la adherencia de la pintura.
- Pintura final con rodillos y técnicas adecuadas.
El resultado es una pared lisa, limpia y moderna, que no solo mejora la estética, sino también la facilidad de limpieza y el valor de la vivienda.
El falso ahorro de pintar sobre gotelé
Muchas personas deciden pintar directamente sobre gotelé para ahorrar dinero y tiempo, pero la realidad es otra:
- Más pintura de la prevista: la textura absorbe y multiplica el consumo.
- Resultados poco satisfactorios: la vivienda no luce renovada, sino improvisada.
- Necesidad de repintar antes de lo esperado: en menos de un año, muchas de esas paredes vuelven a dar problemas.
- Coste doble: finalmente, hay que contratar a profesionales para alisar y volver a pintar, duplicando la inversión.
La diferencia entre un acabado casero y uno profesional
Un profesional no solo pinta: diagnostica, prepara y ejecuta con precisión. La diferencia se nota a simple vista:
- Uniformidad perfecta en toda la superficie.
- Colores más vivos y duraderos gracias al sellado adecuado.
- Estancias más luminosas y modernas.
- Reducción del polvo y facilidad de limpieza posterior.
Mientras que un acabado casero sobre gotelé evidencia manchas y sombras, el trabajo profesional transforma por completo la vivienda.

Presupuestos para quitar gotelé en Madrid
Pintar directamente sobre el gotelé es el error más común que cometen los particulares. Nueve de cada diez lo intentan, y casi todos terminan insatisfechos con el resultado. El gasto de pintura, el acabado irregular y la corta duración convierten esta práctica en una falsa solución.
La opción más recomendable es eliminar o alisar el gotelé antes de pintar. Solo así se consigue un resultado moderno, uniforme y duradero que realmente revaloriza la vivienda. Solicita ahora tu presupuesto para quitar gotelé en Madrid y asegúrate de contar con un acabado profesional, limpio y duradero en tus paredes.